viernes, 2 de mayo de 2008

Una prioridad es analizar nuestro pasado

Nota III
Bajo la acusación de “comunista” o de la existencia de “un plan golpista”, los efectivos de la policía política llevaban adelante razzias represivas que aterrorizaban a la población. Estas acciones violentas, aunque desconocidas por una gran mayoría de los compatriotas, eran también asumidas por otra parte de la ciudadanía, que no demostraba ninguna preocupación por la suerte de los afectados. Y esto era porque existía un vínculo –invisible-, entre las argumentaciones dadas por el gobierno y la manera de pensar de esa ciudadano de la que hacemos referencia. Aún hoy, muchos consideran que todas “aquellos excesos de la policía de Investigaciones” o de la “Técnica”, son inventos de los “comunistas”. Sin embargo la historia deja siempre pruebas que no pueden discutirse y no dejan dudas para caracterizar aquellos años de miedo y terror.
Y aunque nadie puede negar que la represa de Itaipú ha transformado económicamente el país; que se realizaron obras de utilidad para la ciudadanía y que el Paraguay de la década del 70, tuvo un crecimiento económico que nunca antes había obtenido, nada de esas realidades puede explicar ni justificar lo que le ocurría al simple ciudadano cuando era apresado y caía en manos de los torturadores, apostados en el Departamento de Investigaciones, en “La Técnica” o en cualquiera de las comisarías y seccionales o alcaldías del país, incluso en las estancias.
Hoy tampoco nadie puede ocultar que detrás de aquellas grandes obras, se generaron planes y mafias que, a través de la corrupción y de los robos, se convirtieron, de la noche a la mañana, en los nuevos millonarios del país. Así como la represión fue permanente durante los casi 35 años, también se puede afirmar que los grandes negociados ilícitos, robos de propiedades y acciones ilegales fueron la otra nota sistemática de aquel gobierno autoritario.
No hay ninguna duda que durante el período que va desde 1954 hasta 1989, ingresó al país la mayor cantidad de dinero que conoció la historia económica del país. Sin embargo, hoy todavía hay centros de poblaciones en el territorio nacional, que siguen sin contar con agua sanitaria; sin electricidad, sin un centro de salud que responda medianamente a las necesidades de primeros auxilios. No hay carreteras asfaltadas que unan diferentes centros productivos; en muchos ranchos y lugares del campo, se siguen utilizando herramientas que eran usados en el siglo XIX.

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